José Alperovich se sentará hoy nuevamente en el banquillo de los acusados. Lo hará en la segunda audiencia del juicio que se sigue en su contra por delitos por abuso y violencia sexual, luego de haber sido denunciando en 2019 por una sobrina y colaboradora suya.
La audiencia comenzará a las 10, en el edificio del Tribunal en lo Criminal 29 de Capital Federal, donde la Corte Suprema de Justicia determinó que debían desarrollarse las audiencias. El debate está a cargo del juez Juan María Ramos Padilla, que integra un tribunal unipersonal.
El Ministerio Público Fiscal estará representado por el fiscal Sandro Abraldes, en tanto que la querella será ejercida por miembros del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos que conduce Pablo Rovatti, quien trabajará junto a la abogada Carolina Cymerman. Por el lado de la defensa, el abogado de Alperovich será Augusto Garrido, miembro del estudio jurídico Cúneo Libarona, quien estará con el tucumano Ariel Sosa y por la letrada Mercedes Rodríguez Goyena.
En la primera audiencia, realizada el 5 de febrero, Alperovich decidió no declarar, aunque dijo que lo haría antes de que terminara el juicio, que tiene fechas fijadas hasta el 1 de julio. Ante esto el juez decidió que se lean las declaraciones que había prestado como imputado, en las que rechazó las acusaciones y aseguró que todo se trataba de una operación política en su contra, que terminó golpeándolo mortalmente en sus aspiraciones. “Nunca abusé de ella. Declararon más de 30 testigos y nadie vio nada. Es falso lo que dice. Quiso fabricar pruebas. Soy un hombre de 67 años, esposo, padre y abuelo. ¿Voy a arruinar mi vida a esta edad? Yo no abusé de ella”, había asegurado el ex gobernador durante la investigación.
Luego fue el turno de la denunciante quien, a lo largo de casi 8 horas, relató pormenorizadamente cada uno de los ataques que dijo haber sufrido (nueve en total), y respondió todas las preguntas que le hicieron tanto desde la fiscalía, como desde la defensa, la querella y hasta el mismo juez. En todos los casos la ex colaboradora de Alperovich dijo que había sido atacada tanto en Buenos Aires como en Tucumán, en departamentos, casas e incluso en automóviles mientras ella realizaba su trabajo como asesora. Y aseguró que el entonces senador ejercía una presión brutal sobre ella, lo que motivó que su reacción para cortar la relación laboral e incluso en que la presentación de la denuncia no fuera inmediata. Los defensores de Alperovich intentaron saber detalles de la relación que había tenido la mujer con el ex concejal David Mizrahi, a quien el ex gobernador responsabiliza en parte por la denuncia, y por presuntos contactos con el actual diputado Carlos Cisneros, a quien el ex gobernador considera su “enemigo”. Sin embargo el mismo juez Ramos Padilla consideró que nada de eso tenía que ver con la actual causa, según trascendió.
El expediente se inició cuando la joven denunció los hechos a fines de 2019, mientras se desempeñaba como asistente de Alperovich en el Senado de la Nación, de donde el tucumano fue apartado tiempo después. La denunciante indicó que los abusos y ataques se produjeron en Tucumán y en un departamento del barrio porteño de Puerto Madero. Tras distintos planteos, la Corte Suprema de Justicia determinó que el debate debía realizarse en Capital Federal.
Alperovich debe responder por tres casos de abuso sexual, dos de ellos en grado de tentativa, y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal, de acuerdo con lo establecido por la investigación judicial en base a las denuncias por los ataques ocurridos entre 2017 y 2018. Esos abusos, de acuerdo a la imputación, fueron cometidos bajo “intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”.
La de hoy será la única audiencia de la semana, pero el debate se reanudará el próximo lunes y luego tendrá una nueva fecha el 29 de febrero. En principio, ya que se trata de un Tribunal unipersonal y debe atender otros juicios, no habrá más de una audiencia por semana.
A pedido de las partes están convocados más de 80 testigos, entre ellos el ex gobernador Juan Manzur quien, por sus fueros, podría declarar de manera escrita, así como también otros funcionarios y allegados al ex gobernador durante la época en la que según la denunciante se produjeron los ataques.
“Instancia reparadora”: “Este tipo de delito no se tolera más”
“Es una instancia reparadora, en alguna medida, para la víctima porque si bien nadie le borra lo que tuvo que vivir, la causa llegó a juicio y eso es importante”, advirtió el representante de la querella Pablo Rovatti, antes del inicio de la segunda audiencia. “Cuando el caso adquiere trascendencia porque el acusado es una figura pública, se produce una legitimación del sistema de administración de justicia en tanto se demuestra que los tribunales actúan con independencia de que se trate de un ex gobernador o senador, un profesor, un obrero o comerciante. Y particularmente este tipo de delito, no se tolera más, ni de los que tienen mucho poder, ni de los que tienen menos”, agregó el abogado.